Desde las alturas

Amaría como amo imaginar estar con el cuerpo erguido, con los brazos sobre la cabeza como intentando sentir el aire de mas arriba (como si fuese estático) buscando un aire que no ha sido tomado por las manos del hombre destructor y que fuésemos como en ese momento yo seria: una especie mas de la naturaleza mimetizada. Y este aire que recorriera cada uno de mis dedos con sus bailes místicos que van de prisa formando esas brisas que quiebran lo cotidiano con la magia cautivante de la naturaleza.Amaría estar sobre una alta llanura esteparia de población. Un lugar donde la mirada no pudiera reencontrarse con la tal lamentable “sobre-explota-población” que no supo ni sabe convivir con la naturaleza. Tengo tantas ganas de poder estar ahí, en las Alturas y mirar como se desenvuelve la vegetación o las arenas desérticas de todo menos de vida. Mirar a un mar. Tenderme boca arriba como un “moteca” más pero sentirme uno menos mirando al cielo tan apaciguo que suele encontrarse con los ojos observadores. Quisiera hinchar los pulmones hasta sentirlos reventar y exhalar con el mas respeto para no enviar corrientes sucias a esa hermosa pureza. De seguro que al regresar a mi vida como la de muchos, me sentiría como un mounstroso y deforme insecto inhabilitado en algo que creemos nuestro.