jueves, 17 de diciembre de 2009

Que pena siente el alma...


Me duele la hiel... ¿Por qué cuando a uno le duele algo es dónde más se siente el deseo de escribir y escribir?...escribir para resistir (como alguien me hizo conocer aquella frase hermosa).
Tengo un mal de vida. Se me van, siempre se largan... Amo compartir, me cuesta, quizás por eso amo tanto cuando lo hago. Pero se me escapan, se van como si algo los hubiera espantado.

Y se vuelve repetitiva a estas alturas la misma incertidumbre agónica de una típica proyección hacia un futuro. ¿Si amo tanto aquello como me duele tanto perderlo, qué será para aquellos pasos incipientes míos que vayan o andarán deseosos de conocer, deseosos por “circundar caminos que se hacen al andar” (otra frase...); Inocentes sin temer al sabor de la amarga perdida de mis movimientos?. He sido marcada por este mal de vida.Algunos los dejo por costumbre, otros se me van con miedo. Quisiera comprenderlos de más, quizás no me quejaría tanto. Pero por más que conozco los motivos me cuesta aceptar un nuevo retiro de la vida. Y mi vida se desgasta, quisiera que no solo fueran personajes del pasar, a esos que se me hacen mis personajes personificados que sin duda han hecho de mi algo que soy. Maldito mal de vida que me separa de quienes mas aprecio. Quizás era el tiempo necesario, ¿quién lo comprueba?. Pero, si debe ser un momento, entonces que aquel momento fuese de los que se quedan con el tiempo. Espero que esto no me haga con más antipatía social , mi vida entonces de allí no tendría más sentido.

1 comentario:

Jorge dijo...

cuando uno siente el deseo de escribir, es cuando el alma desea convertirse en pluma, en tinta, en presencia escrita... cuando uno siente profundamente, una emoción desgarradora, es cuando el alma brota, hasta por tus poros...
cuando llevas al papel tu emoción y la compartes con alguien, dejas ver un pedacito de tu ser interior, de tu escencia...